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martes, 15 de diciembre de 2009

El resfriado (III). Las plantas medicinales.

EQUINACEA
(Equinácea purpúrea)

El inmunoestimulante natural

El nombre Equinácea corresponde a un género de plantas de Norteamérica caracterizadas por flores de color rojizo púrpura.
Su descubrimiento se debe al Dr. Meyer, un científico del siglo XIX, que pudo observar sus propiedades mientras convivía con los indios americanos, quienes ya la utilizaban para la curación de heridas y mordeduras de serpientes. Al cabo de sus estudios pudo descubrir que se trataba de un importante recurso terapéutico, pues su raíz contenía una elevada cantidad de principios activos estimulantes del sistema inmune.
La composición química de esta planta es compleja y parece probable que los efectos terapéuticos sean debidos a una acción sinérgica de todos sus componentes.
En 1991 los investigadores H.Wagner y A. Proskch de la Universidad de E. Munich publicaron el descubrimiento de dos polisacáridos de la Equinácea purpúrea que estimulaban la actividad de las células T y macrófagos.
Asimismo se ha demostrado que debido a su contenido en polisacáridos, la Equinácea posee una importante actividad antiinflamatoria y antiedematosa a través de la inhibición de la hialuronidasa. Por bloqueo de este enzima que las bacterias utilizan para penetrar en los tejidos, la Equinácea impide que se destruyan las barreras de defensa y se extiendan las infecciones.

SAUCE (Sálix alba)
Un eficaz antiinflamatorio

La corteza del Sauce blanco contiene como principios activos heterósidos de fenoles simples, especialmente el salicósido, que en el organismo, se transforma en ácido salicílico, responsable de la acción antiinflamatoria, analgésica y antipirética del sauce, convirtiéndole en un eficaz aliado para aliviar las molestias del resfriado.

La actividad antiinflamatoria se debe a la acción inhibitoria que produce el ácido salicílico sobre la enzima ciclooxigenasa 2 (COX-2), reduciendo la síntesis de las prostaglandinas. De este modo, disminuye la vasodilatación, la permeabilidad capilar y la consecuente inflamación en la mucosa respiratoria. Los efectos analgésicos del sauce se deben a la acción indirecta sobre el sistema nervioso central; al disminuir la síntesis de prostaglandinas, el sauce reduce la percepción del dolor.


SAÚCO

(Sambucus nigra)

El Saúco crece en Europa y Norteamérica. Los nativos americanos ya utilizaban las flores y bayas de esta planta para tratar las infecciones, inflamación o problemas de la piel.

Las flores de Saúco contienen vitaminas A, B y C, y entre sus principios activos podemos encontrar flavonoides derivados de la quercitina, mucílagos, azúcares reductores y ácidos orgánicos.

Un reciente artículo publicado en The Journal of Alternative Medicine afirma que los flavonoides contenidos en el Saúco son los principales responsables de la eficacia de esta planta en la gripe y en el resfriado común. Los flavonoides derivados de la quercitina inhiben a la hematoglutinina, una glicoproteína que los virus utilizan para atacar células sanas. De este modo el Saúco bloquea la entrada de virus y frena la expansión de la infección. El artículo se basa en diversos estudios realizados sobre pacientes con síntomas catarrales, a los que, tras administrarles un extracto estandarizado de Saúco, mostraron una mejoría notable de las molestias y duración del resfriado.


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