El resfriado común, también llamado catarro o enfriamiento, es una infección vírica del aparato respiratorio, que normalmente cursa sin fiebre, y que se manifiesta con inflamación de las vías respiratorias, incluyendo nariz, senos paranasales, garganta, laringe e incluso tráquea y bronquios.
La abundante mucosidad, los estornudas, la tos, el dolor de cabeza, y el malestar general son molestias que aparecen como consecuencias de las modificaciones inflamatorias propias de la infección viral.
La aparición del resfriado común guarda una estrecha relación estacional, y se ha podido observar que aparecen tres picos de mayor incidencia a lo largo del año: uno en otoño, otro hacia la mitad del invierno, y el último en primavera.
El resfriado común puede estar causado por una amplia variedad de virus, aunque los rinovirus son los responsables de entre un 30% y un 60% de los casos.
Otros virus frecuentemente asociados al resfriado son los virus paragripales /parainfluenza), los virus sincitiales respiratorios y los coranovirus. El tipo de virus predominante suele variar según la estación del año. Así por ejemplo, los resfriados de primavera, verano y otoño están causados frecuentemente por picornavirus, mientras que los resfriados que aparecen al final del otoño y en invierno suelen ser infecciones de paramixovirus o mixovirus.
Es un proceso que se contagia fácilmente, ya que los virus son trasmitidos a través del contacto con objetos o partículas de saliva lanzadas al hablar o estornudar.
No se sabe claramente cuáles son los factores que predisponen a los individuos a resfriarse; parece ser que el enfriamiento de la superficie corporal no da lugar por sí misma a la aparición de resfriados. Sin embargo estos estados producen una vasoconstricción que provoca el descenso de la temperatura de la mucosa nasal que podría favorecer la entrada y multiplicación de los virus causantes del resfriado.
Otro factor determinante es el estado de salud del individuo; la fatiga excesiva, el estrés emocional y la existencia de alteraciones de tipo alérgico, son factores que pueden facilitar la infección.
En general, el resfriado común no provoca mayores complicaciones, aunque siempre deben tener cuidado especial los ancianos y enfermos o personas debilitadas, en las que cualquier infección vírica, por leve que sea, puede progresar a infecciones bacterianas secundarias.
El resfriado común es un proceso “autolimitante”, lo que significa que sigue un curso de curación espontánea y de corta duración (en torno a una semana). Tras el periodo de incubación comienzan a aparecer molestias nasales como estornudos y rinorrea (mucosidad excesiva). También puede sentirse picor, dolor de garganta y malestar general.
La congestión nasal suele ser el síntoma predominante; la causa más frecuente de la congestión es la inflamación de la delicada membrana mucosa que tapiza el interior de las cavidades nasales, y el aumento de permeabilidad capilar, hechos que tienen como resultado la aparición aumentada de moco. Los receptores de las vías respiratorias son estimulados por la abundante mucosidad, provocando la tos, que suele aparecer días más tarde. En algunos casos, fundamentalmente en niños, puede aparecer dolor y sensación de bloqueo de los oídos.
El resfriado común NO suele cursar con fiebre, pero en algunos casos, la inflamación ocasionada en la mucosa produce la liberación de sustancias denominadas “pirógenas” que producen un aumento de temperatura corporal.
Resfriado y gripe:
La gripe, gripa o influenza es una enfermedad infecciosa de aves y mamíferos causada por un tipo de virus de ARN de la familia de los Orthomyxoviridae.
En los seres humanos afecta a las vías respiratorias; inicialmente puede ser similar a un resfriado y con frecuencia se acompaña de síntomas generales como fiebre, dolor de garganta, debilidad, dolores musculares, dolor estomacal (mialgias), articulares (artralgias), y de cabeza (cefalea), con tos (que generalmente es seca y sin mucosidad) y malestar general. En algunos casos más graves puede complicarse con pulmonía (neumonía), que puede resultar mortal, especialmente en niños pequeños y sobre todo en ancianos. Aunque se puede confundir con el resfriado (catarro) común, la gripe es una enfermedad más grave y está causada por un tipo diferente de virus.También puede provocar, más a menudo en niños, náuseas y vómitos, que al ser síntomas de gastroenteritis hace que se denomine gripe estomacal o abdominal.
Los síntomas de la gripe comienzan de manera brusca (por ello se suele recordar incluso la hora exacta de aparición): entre 18 o 72 horas (periodo de incubación muy corto) tras el contacto con el virus y la infección. Los primeros síntomas suelen ser estornudos con sensación de resfriado, fiebre alta de hasta
De forma general se puede afirmar que los síntomas del resfriado son muy similares a los de la gripe, aunque esta última suele ir acompañada de fiebre y dolor de articulaciones.
Diferencias sintomáticas:
Síntoma - Resfriado - Gripe
Congestión nasal, rinorrea - Si - A veces
Estornudos - Si - A veces
Dolor de garganta - Frecuente - A veces
Tos - Frecuente - Muy común
Dolor de cabeza - A veces - Sí
Fiebre - A veces - Sí
Fatiga, debilidad - Moderada - Severa
Dolores musculares y articulares - A veces,leve - Sí
Información del Ministerio de Sanidad:
Los síntomas de las gripes (estacional y pandémica (H1N1) 2009) son muy similares, sólo se puede determinar si es uno u otro virus mediante pruebas de laboratorio.
¿Cómo se distingue una gripe de un catarro?
Ambas enfermedades son procesos víricos. Los procesos gripales, además de tener síntomas catarrales (tos, aumento de la mucosidad nasal, picor y dolor de garganta) presentan fiebre alta (más de 38º C), dolores musculares y articulares, intenso malestar general y cansancio generalizado.
¿Cuál es la gravedad de la nueva gripe (H1N1) 2009?
Hasta el momento la enfermedad, es leve en la mayoría de los casos. Lo más frecuente es que la gripe evolucione favorablemente en 2- 4 días aunque se pueda continuar con tos una semana y sentir cansancio durante un par de semanas después del inicio de los síntomas.
Debe contactar con los servicios sanitarios lo antes posible cualquier persona que presente alguno de los siguientes síntomas ya que pueden indicar progresión hacia una gripe más grave:
- En caso de que aparezca:
- Dificultad para respirar.
- Empeoramiento repentino.
- Empeoramiento pasados ya siete días de la enfermedad.
- Dolor en el pecho.
- Expectoración sanguinolenta.
- Aspecto azulado o amoratado de la piel y de los labios.
- Mareo o alteraciones de la conciencia.
- Fiebre elevada que persista más de tres días.
- Caída de la tensión arterial.
- Otros síntomas diferentes a los habituales de la gripe.
- En niños, se recomienda prestar atención a los siguientes signos:
- Respiración acelerada.
- Dificultad para respirar.
- Dificultad para despertarse.
- Erupciones en la piel.
- Nauseas.
- Irritabilidad extrema
Fuentes: Wikipedia, Ministerio de sanidad,European Scientific Coooperative On Phytotherpy.
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